3 El dilató la gloria de su pueblo; como gigante revistió la coraza y se
ciñó sus armas de guerra. Empeñó batallas, protegiendo al ejército con su
espada,
4 semejante al león en sus hazañas, como cachorro que ruge sobre su
presa.
5 Persiguió a los impíos hasta sus rincones, dio a las llamas a los
perturbadores de su pueblo.
6 Por el miedo que les infundía, se apocaron los impíos,
se
sobresaltaron todos los que obraban la iniquidad; la liberación en su mano
alcanzó feliz éxito.
7 Amargó a muchos reyes, regocijó a Jacob con sus hazañas; su
recuerdo será eternamente bendecido.
8 Recorrió las ciudades de Judá, exterminó de ellas a los impíos y
apartó de Israel la Cólera.
9 Su nombre llegó a los confines de la tierra y reunió a los que
estaban perdidos.
10 Apolonio reunió gentiles y una numerosa fuerza de Samaría para
llevar la guerra a Israel.
11 Judas, al tener noticia de ello, salió a su encuentro, le venció y le
mató. Muchos sucumbieron y los demás se dieron a la fuga.
12 Recogido el botín, Judas tomó para sí la espada de Apolonio y en
adelante entró siempre en combate con ella.
13 Serón, general del ejército de Siria, al saber que Judas había
congregado en torno suyo una multitud de fieles y gente de guerra,
14 se dijo: «Conseguiré un nombre y alcanzaré gloria en el reino
atacando a Judas y a los suyos, que desprecian las órdenes del rey.»
15 Partió, pues, a su vez, y subió con él una poderosa tropa de impíos
para ayudarle a tomar venganza de los hijos de Israel.
16 Cuando se aproximaba a la subida de Bet Jorón, le salió al
encuentro Judas con unos pocos hombres.
17 Al ver éstos el ejército que se les venía encima, dijeron a Judas:
«¿Cómo podremos combatir, siendo tan pocos, con una multitud tan
poderosa? Además estamos extenuados por no haber comido hoy en todo el
día.»
18 Judas respondió: «Es fácil que una multitud caiga en manos de
unos pocos. Al Cielo le da lo mismo salvar con muchos que con pocos;
19 que en la guerra no depende la victoria de la muchedumbre del
ejército, sino de la fuerza que viene del Cielo.
20 Ellos vienen contra nosotros rebosando insolencia e impiedad con
intención de destruirnos a nosotros, a nuestras mujeres y a nuestros hijos, y
hacerse con nuestros despojos;